23 de agosto de 2005

Recuerdo de Pushkin

A LA CIUDAD DE PUSHKIN

¿Qué puedo hacer? Ellos te destruyeron,
¡Qué encuentro más cruel que el separarse!
Aquí hubo un surtidor, allá alamedas,
más a lo lejos verdecía el parque...
La aurora más rosada que ella misma
fue aquél abril. Olor a húmeda tierra,
a primer beso...

Las hojas de este sauce en el siglo pasado se murieron,
para brillar cien veces más lozanas en la forma de un verso.
Las rosas se trocaron en purpúreas rosaledas silvestres,
pero los himnos de la escuela siguen brotando sin desánimo.
¡Medio siglo pasó! Fui premiada por la divina suerte
y en los días violentos olvidé el fluir de los años.
¡Ya no voy por allí! Pero a la orilla del río de la muerte,
yo llevaré mis trémulos jardines de Tsárskoie Seló.

Ana Ajmátova

Versión de Rafael Alberti

RECUERDO

Cuando cesa el estrépito del día en torno al hombre,
y a las mudas calles del pueblo,
clarísima, desciende la sombra de la noche;
cuando el sueño premia el trabajo;
entonces vivo horas amargas de vigilia
que se consumen en silencio.

En la nocturna paz, en mi interior se agita
íntima sierpe de la culpa;
y los sueños rebullen; y a la mente abatida
por la pena viene el dolor.

Ante mí, lentamente, la callada memoria
despliega su largo pergamino;
y al leer en él con asco aquello que yo he sido,
maldigo todo y me estremezco
y amargamente lloro y amargamente gimo,
mas no borro las tristes líneas.

Alexandr Pushkin

Versión de Selma Ancira y Gerardo Torres

Haiku

De pie en un cruce.
Y en todas direcciones,
tarde de otoño.

Yamaguchi Seishi

Versión de Antonio Cabezas