6 de junio de 2005

Repartición

REPARTICIÓN

Para darle a mis hermanos
La parte que les cabía,
Metí las manos
En el arca vacía.

Sentí polvo en los dedos. Fría
Retiré la mano sin nada.
Si la vida ya fue dada,
¿Qué más, para dar, había?

En mis dedos
El polvo aún relucía.
Cenizas de antiguos secretos,
Muerte que aún viviría.

Tesoros míos de algún día,
¡Lleváoslos, vientos ligeros!
Mis hermanos verdaderos
Van a llenar el arca vacía.

José Régio

Versión de Francisco Cervantes

De José Ángel Valente

SÓLO EL AMOR

Cuando el amor es gesto del amor y queda
vacío un signo solo.
Cuando está el leño en el hogar,
mas no la llama viva.
Cuando es el rito más que el hombre.
Cuando acaso empezamos
a repetir palabras que no pueden
conjurar lo perdido.
Cuando tú y yo estamos frente a frente
y una extensión desierta nos separa.
Cuando la noche cae.
Cuando nos damos
desesperadamente a la esperanza
de que solo el amor
abra tus labios a la luz del día.

José Ángel Valente


SERÁN CENIZA...

Cruzo un desierto y su secreta
desolación sin nombre.
El corazón
tiene la sequedad de la piedra
y los estallidos nocturnos
de su materia o de su nada.
Hay una luz remota, sin embargo,
y sé que no estoy solo;
aunque después;
aunque después de tanto y tanto no haya
ni un solo pensamiento
capaz contra la muerte,
no estoy solo.

Toco esta mano al fin que comparte mi vida
y en ella me confirmo
y tiento cuanto amo,
lo levanto hacia el cielo
y aunque sea ceniza lo proclamo: ceniza.
Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,
cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.

José Ángel Valente


SÉ TÚ MI LÍMITE

Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.

Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.

Si tú acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.

Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.

Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.

No te alejes jamás:
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí, feliz, que tú me has dado.

José Ángel Valente

Haiku

El niño ciego,
guiado por su madre,
frente al cerezo en flor.

Enamoto Kikaku

Versión de Octavio Paz