17 de abril de 2005

De Homero Aridjis

UN POEMA DE AMOR

Cuando hable con el silencio
cuando sólo tenga una cadena
de domingos grises para darte

cuando sólo tenga un lecho vacío
para compartir contigo un deseo
que no se satisface ya con los cuerpos de este mundo

cuando ya no me basten las palabras del castellano
para decirte lo que estoy mirando

cuando esté mudo de voz de ojos y de movimiento

cuando haya arrojado lejos de mí
el miedo a morir de cualquier muerte

cuando ya no tenga tiempo para ser yo
ni ganas de ser aquel que nunca he sido

cuando sólo tenga la eternidad para ofrecerte
una eternidad de voces y de olvido

una eternidad en la que ya no podré verte
ni tocarte ni encelarte ni matarte

cuando a mí mismo ya no me responda
y no tenga día ni cuerpo

entonces seré tuyo
entonces te amaré para siempre.

Homero Aridjis


BUENOS DÍAS A LOS SERES

Buenos días a los seres
que son como un país
y ya verlos
es viajar a otra parte

Buenos días a los ojos
que al abrirse han leído
el poema visible

Buenos días a los labios
que desde el comienzo han dicho
los nombres infinitos

Buenos días a las manos
que han tocado las cosas
de la tierra bellísima

Homero Aridjis

Escopolamina

ESCOPOLAMINA
ESCOPOLAMINE

El vino que por mis venas fluye
Ahogó mi corazón y se lo lleva
Y por el cielo yo navegaré
En un corazón sin capitán
Donde el olvido es blanda miel.

Mi corazón es astro aparecido,
Que nada en el divino sinigual.
¡Deriva, extraño acontecido!
Oh viaje, largo viaje hacia la luz-
Sonido nuevo y nunca interrumpido
Es la tejida trama de tu sueño.

Mi corazón abandonó mi historia
Adiós Forma ya no siento más
Estoy a salvo al fin estoy perdido
Me voy buscando en lo desconocido
Un nombre libre de la memoria.

Catherine Pozzi

Versión de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán