21 de noviembre de 2005

La Voulzie

LA VOULZIE

Si hay un nombre muy dulce hecho para el poema,
Oh, decid, ¿no es acaso de la Voulzie el nombre?
¿Es la Voulzie un río con grandes islas? No,
Mas un murmullo dulce como su nombre,
Un arroyito que apenas vemos; un gigante
Sediento lo bebería de un trago; Oberón
el verde enano, podría, jugando en sus orillas
Saltarlo sin mojarse las campanitas. Pero yo
Amo la Voulzie y sus bosques negros de moras
Y en su lecho de flores su murmullo y sus saltos.
De niño, a la sombra de su bosque, a menudo
Traduje sus sonidos en el lenguaje humano,
Pobre escolar soñador que creían salvaje; parecía
Cuando daba mi pan a las aves del río que la sombra
Me dijese: "¡Espera! Cuando los malos días
Lleguen, Dios te dará tu pan." Dios me lo debe aún.
Para mí era la ninfa Egeria y el oráculo próspero
Respondía "Espera" a todos mis dolores. "Espera
Y canta, oh niño cuya cuna tembló. Ya no temas
Camille y tu madre allí están. En cuanto a mí,
Yo daré largo eco a tu canto..."
¡Quimeras!
El sepulturero se llevó a mi madre y Camille.
Cuando aquí abajo vine tuve muchos amigos,
Como en Provins florece el cardo entre las rosas:
En el sueño de la muerte, ese sueño que envidio,
Ahora duermen casi todos; y, en la vida, el camino
Cuya espina insulta a mis harapos, flanqueado está
De tumbas. En un país de sordos he paseado mi lira;
He cantado sin eco y presa de un negro delirio
He roto mi laúd, después los trozos del sagrado marfil
He arrojado al viento.. Y lloré. Sin embargo,
Mi Voulzie, yo te perdono y, aunque triste,
Necesito tanto un confidente que me quiera,
Que me hable con dulzura y me engañe, ya que antes
De cerrar a la luz mis ojos largamente golpeados
Por el viento, hacer quiero una santa
Peregrinación a tus orillas, quiero volver a ver
Los bosques que quise cuando joven, de nuevo
Adormecerme con el ruido de tus juncos sonoros
Y del futuro hablar con tus olas que mienten.

Hégésippe Moreau

Versión de Miguel Frontán